martes, 6 de junio de 2017

Kant, apunte

IMMANUEL KANT


De radical importancia, comparable por su tarea con Sócrates. Nace en  1724 y muere en 1884 en Königsberg, Prusia oriental, de donde nunca sale, es contemporáneo con la revolución francesa. Luego de transitar por el Racionalismo y el Empirismo, elabora su “Filosofía Crítica o Trascendental” con la que renueva y hecha las bases para el pensamiento moderno hasta hoy.

Frente al Racionalismo que postula la posibilidad de acceso a la realidad última de las cosas a través de la razón, y sus “ideas innatas”, o el Empirismo que declara como único conocimiento posible y legítimo el de los fenómenos particulares a través de la experiencia que nos proporcionan los sentidos, Kant propone desplazar la mirada del objeto como realidad cognoscible  al sujeto como realidad cognoscente.

Kant se pregunta entonces por la esencia del conocer, respondiendo que “conocer es elaborar cosas para que estén en condiciones de constituir objetos”. El conocer significa elaborar el objeto, actividad humana esencial donde el sujeto construye el objeto mediante un discurso sustentable. No es contemplación como decían los griegos, sino acción.

Para que dicho conocimiento sea posible harán falta 2 factores:
1.      Una estructura de nuestra razón a priori (independiente de la experiencia), encargada de “dar forma” a los objetos.
2.      Un material moldeable que proceda del exterior, “impresión”.

La Razón entonces está constituida por formas a priori o “Intuiciones Puras”(tiempo y espacio), por un lado y “Categorías” o conceptos puros del entendimiento (substancia, causalidad, unidad, pluralidad, etc.)  por otro. Estas no provienen del objeto, son instrumentos o moldes que el sujeto posee para aprehender los fenómenos.
El Material son las impresiones, el estímulo que recibimos del exterior, un “caos de sensaciones”. No hay conocimiento posible sin el encuentro de ambos, construir el objeto es ponerle forma al caos, donde lo determinante en el conocer es el sujeto y no el objeto. Mas adelante Heidegger dirá que en la elaboración del objeto nos hacemos sujetos.
Su amplísima obra comprende tratados sobre antropología, ciencia, geografía, pedagogía, etc., pero lo fundamental son sus: Crítica de la Razón Pura (teoría del conocimiento), Crítica de la Razón Práctica (ética) y Crítica del Juicio (estética).

CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA
Aquí Kant explora los problemas y formas del conocer y de la Metafísica ( relación del hombre con lo inaccesible e indemostrable).
Divide el contenido en 2 partes:
1.      ESTÉTICA TRASCENDENTAL, es decir de las formas a priori de la sensibilidad, la percepción y la sensación.
2.      LÓGICA TRASCENDENTAL, se ocupa de las condiciones a priori del pensar.

·        Juicios
Son las afirmaciones o negaciones que constituyen cualquier saber, o conocimiento. Son estructuras enunciativas de conceptos, constituidas siempre por Sujeto y Predicado. Los divide en 3 tipos:
1.      JUICIOS ANALÍTICOS: son aquellos en los cuales el predicado se deduce del sujeto, está de alguna manera contenido en él. Resultan a priori, necesarios y universales.
2.      JUICIOS SINTÉTICOS: son aquellos en los que para determinar la verdad o falsedad del predicado debemos recurrir a la verificación en la experiencia. Resultan por lo tanto a posteriori, contingentes y particulares.
3.      JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI: con ellos Kant formula de que manera se amplía el conocimiento. Son los postulados sintéticos a los que el hombre otorga carácter universal y necesario, constituyendo así las “leyes” de la naturaleza y de la ciencia. Son un acto creativo, cuya verificación se da a posteriori.

·        Estética trascendental
Todo conocimiento busca tomar contacto con un objeto y se da en la intuición. Esta intuición (recepción) depende de la existencia previa del objeto, y de la sensibilidad (formas a priori) que condicionan al objeto intuido. Por ello todo conocimiento es fenoménico (lo que se nos aparece). En la estética trascendental se estudian las intuiciones puras del espacio y tiempo.

·        Lógica Trascendental
Se ocupa de los procesos necesarios para el paso de la intuición a la razón, es decir, de cómo el objeto es pensado. Define al entendimiento como la facultad de conocer mediante conceptos., donde emitir un juicio consiste en enlazar representaciones, arribando a una síntesis. Las diferentes formas de enlazar constituyen las categorías. Todo conocimiento humano se construye dentro de estos límites, ello implica que no existe el saber absoluto (Divino), no accedemos al conocimiento de las “cosas en sí”.
Arriba así a la Ontología, es decir, al “ser del ente”, pero no del ente como objeto empírico, sino lo que hace ser al ente, como pro-yecto (acción del hombre), sobre el material sensible. Así el hombre establece las condiciones de objetividad (principios, marco, horizonte) para que mediante un proceso de síntesis haya objeto.

·        Dialéctica Trascendental
El conocimiento, al ser fenomenológico, nunca es completo, el hombre siempre tiende a ir más allá. La Razón es la facultad que busca lo absoluto, y que Kant resume en 3 ideas fundamentales:
1.      IDEA DEL ALMA: unidad absoluta  del sujeto pensante.
2.      IDEA DEL MUNDO: unidad absoluta de lo fenomenológico.
3.      IDEA DE DIOS: unidad absoluta de la condición de todos los objetos del  pensamiento en general.
La razón produce estas ideas pero no llega nunca a su conocimiento total. El hombre piensa en lo absoluto, pero no puede conocerlo.
Dios es por definición, exista o no, la condición de todas las condiciones, el fundamento último respecto de todo, la totalidad absolutamente completa de todos los objetos. Su existencia es indemostrable, separando así, esencia de existencia..
El concepto de Dios escapa al conocimiento, pero no al pensamiento. Es un tema de la conciencia moral.

CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA
En ella se propone solucionar los planteos sobre el Absoluto, en el plano moral. Lo ético es la acción individual, lo moral es la abstracción.
Todo el tiempo somos seres Éticos, la conciencia moral es la conciencia del deber que manda de modo absoluto, más allá de mi conciencia. Es un aspecto humano, en la naturaleza no existe el “deber”, sino el “suceder”. La naturaleza es el reino del ser, mientras que la conciencia moral es el reino del deber ser (ideal de ser).
Nada puede considerarse bueno en absoluto, solo la “Buena voluntad”, por definición, más allá de lo que realice.
El Deber no es otra cosa que buena voluntad, en su conflicto entre la parte sensible y la inteligible.

Imperativo Categórico: es el principio por el cual se realiza el Bien, prescindiendo de todos lo objetos de la facultad de desear (sin interés). “Obra según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal”, es decir en una ley válida para todos.
Libertad, es la razón o fundamento de que haya ley moral, es su condición, su posibilidad, su elección. Es lo opuesto al determinismo. Solo tiene sentido hablar de Bien y Mal en un hombre libre.
El sujeto es el origen del mundo, este es su producto, por que en él tiene su origen la legalidad, y el orden fenomenológico. Las leyes surgen de él, pero él no está sometido a ellas.Dos cosas llenan el ámbito de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuando con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí”.

CRÍTICA DEL JUICIO
Kant  aborda aquí los principios de la sensibilidad y del gusto en general, aplicados a la percepción de lo bello y del arte.
Antes que él Alexander Baumgarten (1714-1762), define el término Estética, como filosofía del Arte, donde se elabora la teoría del conocimiento sensible. Para él lo bello es la intuición de lo perfecto. Winckelmann agrega que el arte no es una reproducción, sino una conformación ideal de la naturaleza. Hume concibe el gusto como la facultad humana de discernir lo bello.
Para Kant en el Arte como en la ciencia y en la moralidad existen principios a priori.
Divide su Crítica del Juicio en 2 partes:
1.      CRÍTICA DEL JUICIO ESTÉTICO (placer sin finalidad)
2.      CRÍTICA DEL JUICIO TELEOLÓGICO (en relación a una finalidad)

El Juicio es una operación lógica entre dos miembros. El Juicio Reflexivo, considera un objeto ya constituido y lo pone en relación, lo refleja hacia otros dominios. Es un movimiento que va hacia el interior del sujeto, produciéndole placer o dolor. La conciencia humana “enlaza” objetos ya constituidos con finalidades conforme a ciertos principios a priori.
El gusto es la facultad de discernir lo bello mediante un juicio (diferente a lo lindo, particular y subjetivo), según 4 caracteres:
1.      CUALIDAD: se refiere al placer desinteresado que los objetos representados despiertan en el sujeto. La ausencia de interés diferencia a lo bello de lo agradable y lo bueno.
2.      CANTIDAD: lo bello gusta a todos los que tienen experiencia para gozarlo. Es un valor universal (posibilidad de ser comunicado a los demás), más allá del sujeto particular, y depende de la educación estética (no es genético). Lo particular en el arte es que es representación, imagen (producto de la fantasía) y no concepto (producto del entendimiento).
3.      RELACIÓN: la finalidad de lo bello se haya en relación a sí misma, es inmanente, intrínseca  al objeto representado.
4.      MODALIDAD: el producto es bello cuanto se reconoce, fuera de todo concepto, como materia de satisfacción necesaria (no puede ser de otra manera).

El juicio del gusto es la facultad de discernir lo bello mediante la imaginación libre (acción creadora del observador).
Partiendo del concepto de lo Sublime, como la idea de lo infinito, inconmensurable distingue 2 tipos de Belleza:
1.      SUBLIME MATEMÁTICO: el sujeto se imagina algo grande, por encima de todo, pero lo concibe como creación suya. Se siente creador omnipotente.
2.      SUBLIME DINÁMICO: aquí el sujeto en cambio frente a algo grandioso se siente insignificante y temeroso, (dynamis: fuerza). Lo ominoso.




Sobre los juicios estéticos reflexivos aclara la diferencia entre:
·        Lo agradable como el resultado directo de los estímulos reflejados sobre el sujeto, no cultiva a la persona.
·        Lo Bello  como el resultado de la representación (elaboración de cierta cualidad) de un objeto proyectado en la intimidad del yo, que cultiva a la persona.
·        Lo Sublime yendo más lejos, despierta la conciencia de lo suprasensible, potencia la personalidad.
·        Lo Bueno al postular la ley de la dignidad humana, supera el juicio reflexivo (particular), y se hace juicio determinante (general) de la libertad (ética). También potencia la personalidad.
El Arte (diferente a la naturaleza), es producto de una creación y contemplación “desinteresada”. El “Genio” es el mediador entre el arte y la naturaleza, el que produce una síntesis entre la imaginación y el entendimiento (donde el entendimiento disciplina a la imaginación).